Lissy Álvarez, pianista: «Lo que da un lugar en el mundo a Cuba es la música»

MARTÍN ZARAGÜETA
BARCELONA. Que los cubanos llevan la música en la sangre se ha convertido ya en todo un tópico, que, aunque parcialmente cierto, ha quedado encasillado en muchas ocasiones en el característico y mundialmente conocido son cubano. Sin dejar nunca esa esencia que ha catapultado a su cultura a prácticamente todo el mundo, hay otros muchos representantes de la música cubana que, a través de las teclas, han abierto un camino al que todavía le queda mucho por exprimir. Sin embargo, todas esas estrellas consagradas han sido siempre hombres. Chucho y Bebo Valdés, Frank Fernández y muchas otras figuras destacadas del piano cubano han hecho las delicias de medio mundo y dejado un listón en el instrumentismo cubano más que inalcanzable. Probablemente por ello, la joven pianista Lissy Álvarez se ha servido de su «padrino», el propio Chucho, y una familia sonera de prestigio nacional para convertirse en una de las primeras pianistas cubanas en lograr una proyección internacional tan meteórica.
Bebió de la música desde los cinco años -su abuelo, Adalberto Álvarez, su tío y su padre, Enrique Álvarez, fueron verdaderos emblemas de la música cubana-, y poco lo costó dedicarse profesionalmente teniendo en cuenta que tanto su deseo como su entorno más cercano se lo pedían a gritos. «Afortunada» es la palabra que más pronuncia al referirse a la celeridad con la que su carrera ha avanzado en los últimos tres años y al apoyo que ha recibido por parte de grandes artistas del país como Chucho Valdés o el propio Frank Fernández. De todas formas, no fue difícil, pues «en Cuba, la música es nuestro leitmotiv, precisamente la que le da un lugar en el mundo a mi país».
Sin embargo, Lissy Álvarez y su quinteto de La Habana han sabido beber de todo eso para «acercarse a una fusión, a un latin jazz» que cuenta con un estilo propio, una forma de «interpretar esa música clásica cubana y reformularla de forma actual, hacer que no se duerma al fin y al cabo». Desde «Guantanamera» hasta «Habanera del ángel» de José María Vitier y pasando por la música clásica del XVII y XIX, Lissy logra tomarlo todo y hacer de todo lo culto, lo popular...
Desde que la descubrieran en un concierto en Cataluña y le propusieran grabar un disco, su trayectoria profesional no ha hecho más que cosechar éxitos. El año pasado sacaba disco, «De lo culto, lo popular», colaboraba en la segunda edición del homenaje «Cuba le canta a Serrat» y ya prepara una gira por toda Cataluña -el 5 de septiembre estará en la Fira dels Indians de Begur y patrocinada por Ron Varadero- y prepara otro proyecto en el que su interpretación de «Señora» de Serrat -que dará título al disco- se acompañará de grandes voces como las de Omara Portuondo o Mercedes Sosa.
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